domingo, 11 de octubre de 2009
TRIANA MI ESPERANZA
Una piedra en el camino
se volvió una simple mirada;
que siendo mirada dañó,
como afilada espada.
Increíble que algo tan bello,
podría entristecer o debilitar.
Fueron sus ojos en lo profundo,
del silencio, sin la respuesta.
Se desmoronó una esperanza,
pero la esperanza no murió.
La pena con su cara de fría luna,
me miró, es cierto ¡en el corazón!
No me pude detener en agonía,
amo la dicha y la felicidad;
aunque sean los mismos ojos negros,los únicos que me la puedan dar.
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